El trabajo de ayuda, especialmente en el campo de la salud mental, es esencial para nuestra sociedad. Sin embargo, este tipo de trabajo puede llevar a un agotamiento emocional que afecta tanto al bienestar personal como al profesional. Por lo tanto, es importante que los profesionales de la salud mental aprendan a cuidar de sí mismos tanto como cuidan de sus pacientes. En este artículo, hablaremos sobre la importancia del cuidado del cuidador y proporcionaremos prácticas para el manejo del estrés en el trabajo de ayuda.
¿Cómo afectan las emociones del paciente a los psicólogos?
¿Quién cuida de quien cuida? Esa es una pregunta común en el campo de la salud mental. Como profesionales que trabajamos con otros, dependemos de nuestro estado emocional para brindar el mejor servicio posible. Desde terapeutas y psicólogos hasta docentes, nutriólogos, tanatólogos, médicos y enfermeros, todas estas áreas dependen de una configuración emocional adecuada para hacer su trabajo. Como resultado, los profesionales de la salud mental están expuestos a un mayor riesgo de agotamiento emocional y estrés.
Cuando trabajamos con otros, naturalmente resonamos con el estado emocional de los demás. Si nuestros pacientes están experimentando miedo, tristeza o rabia, es posible que experimentemos esas mismas emociones también. Si bien esto es normal, puede ser agotador emocionalmente si no se maneja adecuadamente. Como profesionales, podemos cargar emociones que no son nuestras, pero que resonamos con ellas, lo que puede afectar nuestra salud emocional y física.
¿Cómo pueden los psicólogos mantener su propia salud mental?
Cuando recibimos malas noticias o noticias estresantes, se activa el sistema de defensa en nuestro cerebro, lo que puede generar estrés en nuestro cuerpo. Por lo tanto, es importante que aprendamos a manejar el estrés y la resonancia emocional en el trabajo de ayuda. A continuación, se presentan algunas prácticas que pueden ayudar a los profesionales de la salud mental a cuidar de sí mismos y manejar el estrés en el trabajo.
- Practica mindfulness: La atención plena es una práctica que nos ayuda a estar presentes en el momento y a aceptar nuestras emociones y pensamientos sin juzgarlos. Al practicar mindfulness, podemos aprender a reconocer nuestros propios pensamientos y emociones, lo que nos ayuda a manejar mejor nuestras reacciones emocionales a situaciones estresantes. Además, la práctica de la meditación puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad.
- Practica la compasión: La compasión es una cualidad que se puede cultivar. Al mostrar compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás, podemos reducir la sensación de aislamiento y soledad que a menudo acompaña al trabajo de ayuda. Practicar la compasión nos ayuda a desarrollar una actitud positiva hacia nosotros mismos y hacia los demás, lo que puede ayudarnos a manejar mejor el estrés y la resonancia emocional.
- Comunicación no violenta: La comunicación no violenta es una técnica que puede ayudar a mejorar nuestras relaciones interpersonales y reducir el estrés en situaciones difíciles. La CNV se basa en la empatía y el respeto mutuo, lo que puede ayudar a reducir la tensión en situaciones
