La práctica del cuidado del cuidador es esencial para los profesionales de la salud mental y emocional

¿Te ha pasado que sientes que la vida te está dando más de lo que puedes manejar? En especial si eres un psicólogo, terapeuta o profesional de la salud mental, es común sentir que te estás quedando sin energía. Pasas tanto tiempo cuidando a tus pacientes, escuchándolos, ayudándolos a procesar sus emociones y resolver sus problemas, que a veces te olvidas de cuidar de ti mismo.

Pero la verdad es que, para poder dar lo mejor de ti a tus pacientes, necesitas estar en tu mejor versión también. ¿Cómo puedes cuidar de los demás si no te cuidas a ti mismo?

«Si no podemos cuidarnos a nosotros mismos, ¿cómo vamos a cuidar a los demás?»

Kristin Neff

El cuidado personal es esencial para todos los profesionales de la salud mental y emocional. Paul Gilbert, fundador de la Terapia de la Compasión, enfatiza en la importancia de «crear un espacio seguro para el cuidado personal y la recuperación». Sin este espacio, es fácil caer en el agotamiento emocional y el estrés crónico.

Para encontrar este espacio de cuidado personal, es importante aprender a ser compasivo contigo mismo. Tara Brach, autora y experta en mindfulness, dice que la compasión es «simplemente ser amable con uno mismo y reconocer que uno no está solo en la lucha».

Además de ser amable contigo mismo, también es importante establecer límites saludables.

«La auto-compasión no significa no establecer límites, sino establecer límites de una manera compasiva.»

Kristin Neff

Establecer límites saludables te permite decir «no» cuando sea necesario, protegiendo así tu energía y tiempo. Como profesional de la salud mental, es común sentir la necesidad de ayudar a todos los que se acercan a ti, pero es importante recordar que no puedes hacerlo todo.

Finalmente, es importante recordar que el cuidado personal no es un lujo, sino una necesidad. Al cuidar de ti mismo, no solo mejoras tu propia calidad de vida, sino también la de tus pacientes.

«El cuidado personal no solo es importante para nuestra propia salud mental, sino que también mejora la calidad de nuestra práctica y la calidad de nuestra relación con los pacientes.»

Paul Gilbert

Así que, si eres un psicólogo, terapeuta o profesional de la salud mental, recuerda cuidar de ti mismo. Aprende a ser compasivo contigo mismo, establece límites saludables y recuerda que el cuidado personal es esencial para poder dar lo mejor de ti a tus pacientes.

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